El 6G será nativo de IA y ofrecerán velocidades 100 veces superiores a las 5G y potenciará la Industria 4.0, apoyando las fábricas inteligentes, la robótica colaborativa y el intercambio de datos en tiempo real para optimizar las operaciones industriales.
El despliegue mundial de las redes inalámbricas 5G en los últimos cinco años ha tenido un éxito desigual. Por un lado, la 5G ha logrado avances significativos, sobre todo en velocidades más rápidas, menor latencia y mayor capacidad de red, permitiendo nuevas aplicaciones como streaming mejorado, juegos y servicios médicos remotos, así como el apoyo a industrias como las ciudades inteligentes y los vehículos autónomos.
Mientras que el 4G suele alcanzar un máximo de 100 megabits por segundo (Mbps), el 5G lo eleva a unos asombrosos 10 gigabits por segundo (Gbps), con latencias de 1 milisegundo frente a los 30-70 milisegundos del 4G.
Sin embargo, la lenta adopción de 5G para la automatización industrial, junto con las limitadas oportunidades de ganancias adicionales, ha empujado a científicos e investigadores a desarrollar la próxima generación de estándares de comunicación inalámbrica.
Si la 5G fue una actualización, la 6G promete ser revolucionaria y dar rienda suelta a posibilidades sin precedentes acelerando los principales argumentos de venta de la 5G: comunicaciones ultra fiables y de baja latencia (URLLC), banda ancha móvil mejorada (eMBB) y comunicaciones masivas de tipo máquina (mMTC).
Según Peter Vetter, presidente de Nokia Bell Labs Core Research, la 6G permitirá la fusión digital-física a una escala mucho mayor y con un nivel de sofisticación superior al posible con la 5G.
Los investigadores afirman que las redes 6G no solo estarán asistidas por IA como las 5G, sino que serán AI-nativas, lo que significa que incorporarán IA en su diseño, despliegue y operaciones de extremo a extremo, lo que nos permitirá aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología.
Las redes 6G tendrán un rendimiento y unas capacidades «muy superiores», incluidas velocidades de hasta 1 terabit por segundo (Tbps), cien veces más rápidas que las velocidades máximas de 5G gracias a un espectro ampliado, con un 50% menos de consumo de energía, menor latencia y mayor densidad de dispositivos.
De hecho, la latencia inferior al milisegundo de las redes 6G abrirá posibilidades para aplicaciones en tiempo real que son impracticables con 5G, como procedimientos médicos de precisión y comunicación holográfica en tiempo real. También es probable que la 6G impulse el crecimiento de la realidad extendida (RX), incluida la realidad virtual (RV), la realidad aumentada (RA) y la realidad mixta (RM).
Se espera que la 6G desempeñe un papel fundamental en el avance de los vehículos autónomos y los drones. Estos sistemas dependen en gran medida del intercambio de datos en tiempo real para la navegación, los protocolos de seguridad y la evitación de obstáculos.
Al aprovechar la latencia ultrabaja y el gran ancho de banda de las redes 6G, los vehículos autónomos podrán tomar decisiones en fracciones de segundo basándose en los datos de cámaras, sensores y otros dispositivos conectados. Gracias al procesamiento de datos en tiempo real, los drones se utilizarán en aplicaciones como servicios de reparto, respuesta a catástrofes y vigilancia.
Mientras tanto, el 6G acelerará el auge de la Cuarta Revolución Industrial, o Industria 4.0. Fábricas, líneas de producción y almacenes estarán equipados con dispositivos y sensores conectados que se comunicarán en tiempo real para optimizar las operaciones.
El 6G apoyará la integración de robots inteligentes capaces de trabajar en colaboración con humanos y otras máquinas en el proceso de fabricación.
Por último, las redes 6G acelerarán el uso de la IA en la exploración y el mantenimiento predictivo en el sector del petróleo y el gas.
Las empresas energéticas despliegan cada vez más herramientas de IA para digitalizar registros, analizar ingentes cantidades de datos y mapas geológicos e identificar potencialmente problemas como el uso excesivo de equipos o la corrosión de tuberías.
Una de estas empresas es el gigante energético holandés Shell Plc. En 2023, Shell anunció sus planes de utilizar la tecnología basada en IA de la empresa de análisis de grandes volúmenes de datos SparkCognition en sus actividades de exploración y producción en aguas profundas, en un intento de mejorar la eficiencia y la velocidad de las operaciones y aumentar la producción.
Según Bruce Porter, director científico de SparkCognition, con sede en Texas, la IA generativa para imágenes sísmicas tiene implicaciones amplias y de largo alcance, y agregó que la tecnología puede reducir drásticamente los plazos de exploración de nueve meses a menos de nueve días.
Ya en 2018, la empresa se asoció con Microsoft para incorporar la plataforma Azure C3 Internet of Things en sus operaciones en alta mar. La plataforma utiliza IA para impulsar la eficiencia en toda la infraestructura costa afuera de la compañía, desde la perforación y la extracción hasta el empoderamiento y la seguridad de los empleados.
El nuevo estándar inalámbrico también ayudará a las empresas energéticas a construir redes privadas más eficientes. Las redes privadas son LAN inalámbricas de alto rendimiento creadas específicamente, más fiables, seguras y rentables que las redes públicas de telefonía móvil o Wi-Fi.
Las redes privadas están desempeñando un papel fundamental en la transformación digital de las industrias del petróleo y el gas al proporcionar una conectividad fiable, segura y ágil capaz de soportar la adopción, el uso y la ampliación de nuevas tecnologías. Mediante el uso de redes privadas, las empresas de petróleo y gas pueden conectar ubicaciones remotas y convertir y unificar sistemas heredados sin sustituir su hardware.